Palabras para el Alma. ¿Alguna vez sentiste que estabas pasando por una situación difícil y “alguien” te dijo unas palabras que justamente eran las que necesitabas escuchar y resonaron en ti como un faro, un bálsamo o chispa de luz?  ¿Y te agarraste a ellas con fe? ¿Y sentiste un alivio inmediato o curativo con una sensación de que no estabas solo/a sabiendo y confiando en que esas palabras cambiarían tu realidad o tu visión?

Quería compartir que esa fue mi historia reciente y, en mi caso, ese “alguien especial” fue la maravillosa y bella Sandra que con su gran, gigante, galáctico e infinito corazón es capaz de transmitir palabras sabias cargadas de energía curativa para el alma y para el cuerpo.

¡Sí! Las palabras crean, son energía viva, pueden ser un puente con la divinidad, producen emociones y realmente pueden ser magia pura.

Todos conocemos “palabras mágicas” y el poder de un simple “gracias” o un “te quiero”. Y, también conocemos la dualidad de las palabras, su poder sanador o destructor.          

 Yo creo que las palabras que utilizamos al pensar o al hablar pueden tener un efecto muy poderoso en nuestras emociones y estados de ánimo, impactando incluso a nivel orgánico, variando y pudiéndonos acercar a nuestra mejor versión o probabilidad.

Es importante reflexionar sobre cómo podemos cultivar, nutrirnos y nutrir a otros seres con palabras para el alma, tomando conciencia sobre cómo nos hablamos a nosotros mismos y a los demás.

¿Sentiste, en algún momento de tu vida, que alguien necesitaba tu ayuda y con tu intención y compasión por aconsejar, aliviar o guiar brotaban las palabras de tu boca como si no fueras tú, creando frases o incluso discursos perfectamente organizados sin saber cómo, simplemente canalizando información? ¿Y esa persona te dijo que era lo que justamente necesitaba escuchar y que tus palabras le hicieron mucho bien?

Ya desde la antigüedad se conocía el poder de la palabra. Por ejemplo, los egipcios creían en el poder y la fuerza mágica de la escritura.

Quizá hoy podría ser el día perfecto para hacer visible y tomar conciencia en nosotros del poder de la palabra entendida como luz, energía sanadora y vibración, la parte sónica de las fórmulas de Bioingeniería Cuántica. La palabra en todas sus formas: pensada, hablada, escrita. Quizá hoy también podría ser el momento perfecto para cultivar palabras amorosas y sanadoras en tu corazón que silencien tu mente a veces confundida…

 Las palabras pueden actuar como una brújula, son un reflejo de tu corazón.

El regalo para el día de hoy sería meditar o integrar y sentir que ya están en tu corazón esas “palabras o frases para el alma” que necesitas.  ¿Qué pasaría si, cada día, eligiéramos para nosotros las palabras con el mismo esmero con el que unos padres eligen el nombre de su bebé?

Podríamos ayudarnos a nosotros mismos infinitamente y también a los demás. Hay tantas palabras bellas: amistad, felicidad, paz, naturaleza, salud, agua, armonía, fe, equilibrio, amor, valor, sonrisa, perdón, compartir, conexión, luz…

Agradezco a la vida todo lo que he aprendido de Sandra, es un regalo caminar a su lado y, de sus enseñanzas, hoy podríamos aplicar lo siguiente en relación a las palabras:

Cuando necesites un “sí” un “yo puedo” un “gracias” …  Además de grabarlo en el agua puedes escribirlo con un bolígrafo en tu muñeca, en tu cuerpo, sintiendo cada grafía, cada trazo, justamente donde late tu pulso para anclar la vibración de la palabra en tu cuerpo, para sentir ese alivio, esa fuerza, ese agradecimiento que tu alma necesita en ese momento.

Puede ser un gesto simple pero, en realidad, creo que podría ser el anclaje curativo y evolutivo de lo que necesita tu alma. Las palabras pueden ser una fuente inagotable de sanación y, es por ello, que hoy quería compartir el efecto reparador que sentí en mí a nivel físico y de alma gracias a las palabras de esta bella MAESTRA. Gracias, gracias, gracias.

Alumna IBC