La trampa de la dispersión. Somos seres completos, tenemos toda la información que necesitamos dentro de nosotros, pero nos han hecho creer que no es así, que tenemos que buscarla fuera, sin embargo, existe un universo en nuestro interior que es ilimitado y está lleno de conciencia y sabiduría.

La mayor trampa de nuestra era es la dispersión.

La dispersión no es hacer muchas cosas a la vez, la dispersión es hacer cosas que realmente no tienes y quieres hacer, decir cosas que no sientes decir, estar en lugares que no sientes estar, tener relaciones y compañías que no sientes tener, todo eso es dispersión y te aleja de ti mismo y de tu verdadero plan de vida.

La sociedad promueve la dispersión constantemente a través de compromisos y exigencias, generando un profundo estado de frustración interno, pero es a nosotros a quienes nos corresponde conquistarnos y conquistar nuestro plan de vida.

Es importante mantener la mirada en nuestro universo interno, escuchar el corazón y esta es una práctica que requiere enfoque y disciplina. Conforme más lejos te vas de ti mismo, más te pierdes, vuelve a ti, no te dejes atrás por nada ni por nadie porque sólo tú y nada más que tú, sabe realmente lo que tiene que hacer, vivir y elegir.

Si te respetas y honras profundamente, te darás cuenta de que no hay errores, solo libertad y crecimiento porque eres tu quien elige y no la vida o los demás por ti. Durante los 14 años que llevo enseñando meditación y crecimiento personal, he constatado que la dispersión y la falta de entrenamiento de la mente generan una constante frustración y autosabotaje interno.

Las personas que han conseguido desarrollar una disciplina por amor a su ser y a su libertad han tenido verdaderos cambios y trasformaciones no sólo de ellos sino en todo su entorno mejorando su calidad de vida de manera integral.

La disciplina no viene desde la rigidez, el juicio o la exigencia, la disciplina viene de la estrategia amorosa por conquistar tu potencial, viene de la inspiración artística por moldear tu vida y viene de la profunda comprensión de que si no te comprometes contigo nadie más podrá llegar a lo que llegarás tú y este mundo no se beneficiará de ello.

Educar tu mente y hacer que se dirija hacia dónde quieres, aprender a ver el mundo como tu elijes y no como se te exige, sacar de tu vida todo lo que para ti carece de significado, escuchar los sueños del alma y caminarlos, decir si y decir no, para encontrar tu espacio.

El poder del mago radica en cómo ve y sostiene su realidad, el poder del mago es el de observar, transformar y transmutar. El entrenamiento de honrarte y respetarte, escucharte y priorizarte es esencial para que vivas en coherencia contigo mismo y con el universo.

19-4-14 Pokhara 

Sandra Fernández.