La Puerta Olvidada de la Preencarnación
El misterio de la Preconcepción, el plano de interfase y por qué es clave entrar allí
Por Sandra Fernández
- Un lugar olvidado que nos habita
Hay un umbral que sostiene todo lo que somos.
Un instante vibracional en el que el alma se aproxima al cuerpo.
Un campo invisible, anterior al tiempo biológico,
donde se definen pactos, geometrías, permisos y memorias.
Ese espacio es la preconcepción.
Lo que también podemos llamar estado de preencarnación.
Y, sin embargo, casi nadie ha entrado allí conscientemente.
Nuestra sociedad habla de la infancia, del parto, incluso del embarazo…
pero muy pocas veces se mira hacia antes del antes.
Y no porque no exista.
Sino porque es un plano que no se puede tocar con los ojos físicos,
sino con el corazón encendido y el campo alineado.
- ¿Qué es el plano de interfase?
En términos cuánticos, la interfase de la conciencia es el espacio de unión entre dos realidades vibracionales.
En este caso, entre el alma que porta información eterna
y la materia que la espera para nacer.
Ese momento de interfase es activo, inteligente y decisivo.
No es un simple paso.
Es una danza energética donde intervienen:
– el alma encarnante
– el campo vibracional de la madre
– la memoria del linaje
– la disponibilidad del planeta
– los acuerdos kármicos y evolutivos
– y la conciencia de los posibles padres
En ese estado, aún no hay óvulo ni esperma fecundado,
pero ya existe una matriz informacional.
Un campo de bienvenida o rechazo.
Una sintonía que facilitará —o dificultará— el acceso al cuerpo.
Y todo lo que ocurra allí,
se imprimirá en la geometría del alma al encarnar.
- Lo que sabían las culturas del planeta
Este conocimiento no es nuevo.
Ha sido transmitido de forma velada en diversas tradiciones antiguas:
En el antiguo Egipto,
el alma debía atravesar el corredor del juicio de Maat antes de nacer.
Un espacio donde se revisaban acuerdos, propósitos y pureza.
En el Tíbet,
el Bardo Thödol (mal llamado “Libro de los muertos”)
describe con detalle el proceso entre una vida y otra,
incluyendo el momento previo a la concepción.
En algunas tribus aborígenes,
la madre escucha en sueños el canto del alma del hijo
antes de concebirlo, y ese canto guía toda la vida.
En la tradición hebrea mística,
el alma desciende desde el Gan Eden inferior
y es acompañada por un ángel que le muestra el cuerpo al que entrará,
antes de que se produzca la unión biológica.
En Mesoamérica,
los sabios toltecas y mayas hablaban del “sueño del alma antes de nacer”, donde se elegía el lugar de nacimiento y los desafíos.
Todos sabían que el alma no aparece al momento de la concepción,
sino que se prepara antes, observa, evalúa…
y muchas veces espera el momento correcto para entrar.
- ¿Por qué es clave entrar allí?
Porque muchas heridas que hoy creemos del cuerpo,
en realidad nacieron en ese campo previo.
Y porque muchas personas llevan sobre sus hombros
la información no resuelta de ese momento liminal.
Durante años de trabajo con Bioingeniería Cuántica,
hemos observado cómo almas altamente evolucionadas
han sido intervenidas en su llegada al planeta,
desviadas por fuerzas de oscuridad, distorsión o interferencia.
Se trata de tecnologías invisibles y pactos no conscientes
que impiden la encarnación plena,
bloqueando la conexión con el propósito original
o sembrando confusión, dolor o vacío desde el origen mismo.
Estas interferencias no solo dificultan la vida encarnada,
sino que generan una sensación de no pertenencia,
de desarraigo existencial,
y de fractura con el propio linaje y con el planeta.
Por eso es tan necesario entrar en ese espacio de preencarnación,
no solo para comprender, sino para liberar lo que nunca debió haberse sellado.
- La Bioingeniería Cuántica entra al umbral
Desde la Bioingeniería Cuántica,
no solo reconocemos ese plano como real,
sino que hemos desarrollado herramientas vibracionales
para entrar en él, reordenarlo y sanarlo.
Usamos el Pulso del Corazón como eje de acceso,
trabajamos con geometrías que ordenan el campo de entrada,
y activamos la memoria original del alma antes de ser concebida.
En este plano no hay linealidad.
Solo información viva.
Y podemos, desde la conciencia presente,
reprogramar ese instante ancestral
para darle una nueva dirección al viaje del alma.
No se trata de revivir el trauma,
sino de reconstruir la arquitectura luminosa del origen.
- Una formación para abrir lo que nadie mira
Por todo esto nace el curso:
“Preconcepción – El Plano de Interfase de la Conciencia”
Una formación única de 4 horas
donde no solo abordaremos este plano de forma teórica,
sino que lo entraremos vibracionalmente,
para que cada alma pueda recordar, liberar y volver a decir sí.
Pocas veces en la vida se abre un umbral como este.
Y pocas técnicas como la Bioingeniería Cuántica
tienen la precisión, la profundidad y la vibración necesarias
para atravesarlo de forma segura y transformadora.
- Si lo sientes, es porque ya lo has habitado
Si algo en ti se ha movido al leer esto,
es porque ese umbral aún vive en ti.
Porque el alma lo recuerda.
Y porque tal vez ha llegado el momento
de volver a entrar…
no como quien espera nacer,
sino como quien renace desde otro lugar.
Inscripciones abiertas
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Consultas por WhatsApp: +34 667 977 586
Con amor,
Sandra Fernández