Clave de éxito. Compartimos carta de Sandra Fernández al Equipo del Instituto de Bioingeniería Cuántica en el 2017 que habla de como la Calidad Frecuencial en el Equipo Laboral, es la clave de éxito.
Queridos amigos:
Desde antaño se han creado hermandades y comunidades con el fin de unificar sus frecuencias a través de una sinergia armónica y confabular con el Universo para desarrollar sus labores. Muchas de estas comunidades por no decir la mayoría, fracasaron.
Las bases de Bioingeniería Cuántica son la coherencia y el manejo maestro de la atención, intención y compasión. Cuidamos la individualidad, pero también cuidamos el medio de desarrollo que nos contiene y apoya, entre ellos nuestro sistema relacional y equipo.
Cuando se trata de un equipo de trabajo, de labor, de servicio, una hermandad del alma, aún en nuestros tiempos viene clasificado por la obligación, la falta de sintonía, el juicio, la rivalidad y la constante presión de actuación robotizada que castra la creatividad y la expresión espontánea del espíritu.
Nosotros sabemos que la red relacional de nuestro equipo, es una red de contención, una fábrica de sueños conjunta que no pertenece sólo a nosotros ni tampoco sólo a este tiempo. Por lo tanto, en nuestro deber cuidarla y honrarla, así como a cada uno de los integrantes, sus dones, su buena voluntad y sus cualidades.
¿Cuál es la forma de hacer esto?
No quiere decir que sea necesario establecer un contacto directo o físico, se trata de actitud. La actitud con la que miramos y nos relacionamos con el otro. En un equipo debemos de aprender a tener la actitud apropiada hacia los compañeros, sólo así se es un equipo de verdad. Sólo así con esta actitud, podemos generar éxito personal laboral.
La actitud apropiada es la resonancia a través de la cual uno se relaciona silenciosamente con los demás y la forma de observarlos. Cuando la actitud o la resonancia no es la apropiada, lo que suele suceder es que el individuo se aisla o la propia energía del equipo lo aisla. La clave es la calidad frecuencial con la que resonamos hacia la labor de los demás y observar adecuadamente.
Celebrar cada victoria y éxito personal y de los demás, acumula energías auspiciosas. Conectar cada día con el corazón de los compañeros genera la retroalimentación de la verdadera visión adecuada y unificada. Cuando un compañero sobresale por sus dones y cualidades es un gran tesoro a cuidar pues él o ella representa la fuerza de avance del equipo.
Yo tengo por costumbre acompañar y celebrar cada éxito y cada paso de avance de mi equipo, pero no sólo de mi equipo, de mis pacientes, alumnos y de cada persona con la que me encuentro que ha avanzado y está celebrando su vida, hasta las personas que se relacionan conmigo como enemigos o la aparente competencia y digo aparente porque en realidad no existe, celebro su avance, es imprescindible.
Porque celebrar genera bienestar, armonía y luz para todos. Pero para celebrar no basta con un acto mental, hay que sentirlo. Sentir es poner el corazón, entrar en él y cuando entramos en él entramos en la realización de que todos somos uno y que cuando uno avanza y realiza, los demás lo estamos haciendo también. Cada vez que generas una actitud de interferir u obstaculizar el avance del otro, una actitud de indiferencia ante las realizaciones del otro, te estás cortando tus propias alas.
Por lo tanto, recomiendo los siguientes puntos para mejorar el éxito personal:
-Conectar cada día desde el pulso unos instantes con todo el equipo en el que estamos inmersos
-Resonar silenciosamente en calidad frecuencial con el equipo, observando la buena voluntad, cualidades y valorando las acciones de cada persona.
-Respetar los espacios de silencio o retiro que puedan necesitar los compañeros, apoyando sus procesos desde el silencio, sabiendo que son necesarios para que puedan reinventarse con más fuerza.
-Celebrar cada avance, victoria o éxito de los compañeros, aunque sea con una sonrisa o enviando un mensaje mental de bravo!!
Si eres capaz de desarrollar esta visión de equipo, tienes el éxito asegurado. El verdadero liderazgo y éxito, no tiene que ver con los logros personales o individuales, sino con los logros colectivos y conjuntos. De qué sirve tener éxito cuando no lo podemos brindar a otros? El éxito es una energía maestra, el éxito puede dañar e incluso matar a una persona. La clave para el éxito es dedicarlo, brindarlo, no es una fuerza que se pueda contener o aislar sin que genere repercusiones desastrosas.
Tener éxito es celebrar al otro, tener éxito es permitirte avanzar sin miedo a sobresalir, brillar y recibir el brillo de los demás.
Feliz día a todos:
Sandra Fernández
Directora y Fundadora de Instituto Bioingeniería Cuántica
Bienestar, terapia y evolución