Ensoñar y evolución, Ser en el ensueño. La asombrosa realidad detrás de la realidad

Para nosotros, físicos convencidos, la diferencia

entre pasado, presente y futuro, no es más que

una ilusión, por persistente que sea.

Albert Einstein

Entre las consecuencias asombrosas que trajo el desarrollo de la mecánica cuántica, una de las más enigmáticas es el entendimiento de la realidad como la concreción particular de una infinidad de posibilidades que están disponibles en el espacio. Para comprenderla un poco mejor, podemos usar el ejemplo que propuso el físico Erwin Schrödinger, uno de los principales desarrolladores de la teoría cuántica: supongamos que hay un gato encerrado en una caja, y que, a partir de ciertas condiciones, después de cierto tiempo las probabilidades de que el gato esté vivo y de que esté muerto son iguales, 50/50. Lo que Schrödinger afirmó a partir de este experimento mental es que, para la mecánica cuántica, el gato está al mismo tiempo vivo y muerto, es decir, el gato es y no es al mismo tiempo.

Esto ocurre a partir de una de las propiedades de los electrones descubierta por la mecánica cuántica: el electrón puede existir en diferentes lugares al mismo tiempo. De hecho, para los físicos cuánticos, antes de que se detecte con precisión la localización del electrón, solo es posible decir que los electrones son una nube de posibilidades que se encuentra alrededor del núcleo del átomo, y que adquieren realidad una vez que decidimos cómo detectar una localización particular. Así, todo lo que percibimos como realidad no es más que una de las infinitas posibilidades que ha sido concretada y ha tomado una forma definida, con una geometría y un color particular.

A partir de estos descubrimientos, el físico francés Jean Pierre Garnier Malet propuso su visión acerca del desdoblamiento del tiempo. Según esta perspectiva, el futuro, que nosotros concebimos normalmente como el conjunto de experiencias que aún no ha llegado y que no existe todavía, es en realidad una de esas infinitas posibilidades que esperan su realización. Esto significa que el futuro, y de hecho también el pasado, coexisten con el presente, solo que nos es posible experimentar solamente uno de estos tiempos debido a que nuestro sistema físico, constituido por nuestros cinco sentidos y nuestra mente lineal, puede codificar una sola realidad a la vez. Según Garnier Malet, sin embargo, es posible en circunstancias específicas conectar con alguna de esas realidades potenciales que existen en todo momento. A esto se le ha conocido como desdoblamiento del tiempo y el espacio. Según esta visión, es posible para un ser humano contactar estas regiones donde se encuentra un doble cuántico nuestro que, por existir en el futuro, conoce ya muchas de las respuestas a las preguntas que tenemos en nuestro presente físico.

Para nosotros, en el Instituto de Bioingeniería cuántica, esto es una realidad. Somos conscientes de que la información existe siempre y está disponible si sabemos acceder a ella. A esto es a lo que se dirige la formación Ser en el ensueño. Ensoñar significa vivir conscientemente en nuestros sueños, porque es en el mundo onírico donde podemos hacer contacto con ese, o esos, dobles cuánticos nuestros que, por conocer un espectro más amplio de experiencias, tienen una mayor sabiduría. Esto es posible porque cuando dormimos nuestro sistema de navegación físico es apagado y otros vehículos de nuestra consciencia, más sutiles, despiertan para integrar a nuestra identidad toda la información que existe en otros planos de la realidad, los planos de las infinitas posibilidades. Por esto no es extraño que tantos grandes científicos, artistas, maestros de espiritualidad, afirmen que su gran obra o su gran descubrimiento, haya llegado a ellos durante el sueño.

En el sueño las leyes que limitan nuestro cuerpo físico se flexibilizan, y nos es posible viajar al pasado o al futuro según queramos. Si necesitamos sanar algún resentimiento, en el sueño podemos viajar a ese acontecimiento pasado para abrazar y perdonar a las personas o situaciones que nos ofendieron; si en la actualidad estamos en la encrucijada de alguna decisión importante, podemos viajar al futuro para pedir a nuestro doble cuántico que nos sugiera la mejor ruta a seguir, pues este doble nuestro ya conoce todas las posibilidades y sus respectivos resultados; si queremos responder una pregunta importante sobre nuestra existencia presente, podemos buscar en los planos sutiles del sueño la información que nos ayude a responderla.

Así, el mundo onírico, también conocido como plano astral, nos ofrece innumerables posibilidades para el desarrollo de nuestra consciencia y evolución y ensoñar. Lo que hace falta es solamente adquirir las herramientas necesarias para tomar consciencia en los sueños y vivir en ellos tan claramente como vivimos en el mundo de cada día. Esto significa, por lo demás, que aprenderemos no solo a desdoblar nuestra consciencia, sino también a multiplicar el tiempo, porque todos estos procesos, toda esta gran aventura del mundo de los sueños, la viviremos mientras que dormimos, mientras nuestro cuerpo recupera la energía usada durante el día. Usaremos ese tiempo que considerábamos como perdido cada noche para potenciar la realidad de nuestro ser y aprovecharemos cada instante para sentir plenamente el milagro de nuestra existencia consciente.

Ya que amamos ser en la vigilia, podremos descubrir el gran misterio de ser también en el ensueño, y recorrer, como Alicia en un país de maravilla, las asombrosas regiones que el universo guarda y que desconocemos solamente por haber asumido que los sueños no son más que una copia extraña de la vida despierta. Descubriremos que nuestro ser es tan real en el mundo onírico como en el mundo físico, que en aquel las posibilidades de movimientos y experiencias son infinitamente mayores de las que el espacio-tiempo de la materia les ofrecen a nuestros sentidos físicos y que, como el gato de Schrödinger, somos y no somos al mismo tiempo.

Terapia, bienestar y evolución

 

Referencias

Blanco, D. (2017). Las paradojas cuánticas: Schrödinger y la mecánica ondulatoria. National Geographic.

Garnier, M. y Garnier, L. (2012). El doble. ¿Cómo funciona? España.

Gribbin, J. (1985). En busca del gato de Schrödinger. España: Salvat Editores.

 

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