El ADN está en resonancia con las ondas del corazón. Desde hace un tiempo comienzan a resonar frases en el ámbito cientí­fico como  la mente cuántica del corazón, la coherencia cardiaca y algunas otras, esto es bien comprendido por los biofísicos que dedican sus horas a experimentar en este nuevo paradigma cuántico -holográfico, también llamado paradigma de la energía.

Explicando mejor, la materia no existe en sí­, sino que es energí­a de baja densidad, todo absolutamente está vibrando en este momento, aunque nuestra acotada percepción no pueda notarlo, está comprobado.

Sumémosle a este concepto algo que la ciencia nos dijo hace poco -todo el ADN está en resonancia con las ondas de sonido del corazón, dado que su campo electromagnético afecta en forma directa al ADN y por consiguiente a todas las células que conforman nuestros diferentes sistemas.

Bajo este nuevo paradigma de la energía, el científico Pjotr Garjajev, quien estudió el genoma humano, sostiene que el ADN es un sistema cuántico macroscópico que se regenera, esto nos lleva de retorno al concepto mencionado al comienzo sobre “coherencia cardí­aca, aquí­ me detengo un momento para que reflexionemos en cuánta verdad se esconde en muchos dichos populares que ya son parte de la información arquetí­pica de nuestra humanidad, ej.:

-Escucha a tu corazón

-El corazón no miente

-Sigue a tu corazón

-Pregúntale a tu corazón

Y tantas otras que, si una persona vive la coherencia cardíaca que es, simplemente sentir, decir y actuar en congruencia, entonces el corazón transmitirá información coherente a través de su campo electromagnético y todos los sistemas del cuerpo que involucran nuestra salud; así­ biológica y emocionalmente, estaremos en coherencia y nuestra salud integral lo reflejará.

Una vez que tenemos claros estos conceptos podemos pasar a comprender que, desde la Bioingeniería Cuántica, que utiliza el pulso (VAS y PCT) para tener información certera, sin ego mediante, podemos acceder a lo más preciso que necesita ese ser para sanar.

El pulso VAS, es una información a nivel anatómico que responde en Sí­ o en No ante la pregunta que el bioingeniero o cualquiera de nosotros nos formulemos. El pulso PCT (Pulso Cuántico Toroidal) que hace de lo más distintivo a la Bioingenierí­a Cuántica, fue descubierto por Sandra Fernández y nos brinda una información precisa a través del campo toroidal, que suele sorprender al mismo consultante cuando la recuerda.

A través de estos pulsos, podemos detectar desórdenes y ponerlos en coherencia utilizando geometría sagrada, luz, sonido, información cuántica acompañados de la Intención, Atención, Compasión y una calidad frecuencial elevada como condiciones sine qua non por parte del bioingeniero. Así, a través del pulso, podemos conectar con la mejor versión de salud integral y hacerla parte de nuestra realidad.

Un corazón en coherencia puede sincronizar en salud a todo el organismo y a nuestra mente y alma (salud integral) y si ahondamos en el término interconectividad, el corazón actuará como un emisor-receptor de energí­a que nos conecta con todo lo que nos rodea.

Así cuando el corazón recibe emociones coherentes, también las transmite a todo el organismo para mantenerlo en ese orden, si por el contrario transmitiera información incoherente, los sistemas del cuerpo sincronizarán con esta incongruencia y podrí­amos enfermar tanto física como emocionalmente.

Nuestros sistemas físico, mental, emocional, social están interconectados; si el grado de coordinación en sus acciones es de una variación amplia, estaríamos saliendo de la coherencia y esta coherencia global es necesaria para que un sistema funcione. Ilya Prigonine (premio nobel de quí­mica) los llamó sistemas alejados del equilibrio.

Hete aquí­ la relación entre nuestro pulso y la salud integral.

Bienestar, terapia y evolución

_____________________

Sandra Fernández

Descubridora del PCT Pulso Cuántico Toroidal Base de Bioingeniería Cuántica

Otros Artí­culos Publicados