Calidad Frecuencial y Coherencia. La Calidad Frecuencial, es una herramienta terapéutica fundamental en Bioingeniería Cuántica aplicable también a la vida cotidiana, porque afecta de forma concluyente muestra percepción y ayuda a crear la realidad que deseamos en el leguaje del corazón que es coherente con nuestra sabiduría interior y misión de vida.

Está realidad coherente está estrechamente relacionada con la manera que tenemos de observar nuestra realidad, que engloba todo lo que nos sucede, nos rodea, nos olvida, nos confronta y nos acompaña. Es la perfecta alineación entre lo que se siente, se piensa se dice y se hace, tiene que ver con vivir de una forma fluida y salir de la percepción del mundo dual y de los límites que nos han sido impuestas.

Coherencia se refiere a la totalidad, donde el todo es más que la suma de las partes individuales. Para que un sistema funcione debe tener la propiedad de coherencia global, en este caso nuestros sistemas físico, mental, emocional y social. Sin embargo, la eficiencia de la energía y el grado de coordinación en las acciones de cualquier sistema puede variar ampliamente, saliendo del estado de coherencia.

De todas las teorías científicas del universo que emergieron del siglo XX, la más relevante y Útil al ser humano es la que dice que todo el universo está interconectado y en coherencia. Esto implica orden, estructura, armonía y alineación con y entre sistemas, ya sean Átomos, organismos vivos, grupos sociales, planetas o galaxias.

La Calidad Frecuencial en Bioingeniería Cuántica, constituye el elemento básico de alineación energética para la eficacia y eficiencia terapéutica, así como el motor de despliegue de nuestro potencial evolutivo ligado con la forma que tenemos de vibrar como instrumentos biológicos.

Nuestro cuerpo está compuesto por células que vibran y crean una frecuencia que puede ser coherente o caótica.

Por tanto, Calidad frecuencial es una forma de vivir en conexión con nuestro corazón a través de escuchar y atender a nuestro pulso biológico, y así permitirnos entrar en un espacio de silencio donde la mente manifieste su fondo de quietud y consciencia, para que nuestro caos empiece a ordenarse en el lenguaje del corazón que es directo, fluido y nos permite liberación de nuestros bloqueos y limitaciones.

Se ha demostrado que nuestro cerebro tiene una gran actividad en el córtex prefrontal derecho cuando estamos deprimidos y ansiosos. Cada vez que nos estresamos, la amígdala (centro de las emociones en el cerebro límbico) toma el control. La alta actividad de la amígdala cerebral se asocia con depresión y trastornos de ansiedad (Siegle et al. 2002).

Esta ingeniería maravillosa se consigue mediante unas fibras nerviosas que van desde el corazón hasta la base del cráneo.

La coherencia cardiaca se logra gracias a las emociones coherentes (que no es necesariamente lo mismo que emociones negativas o positivas).

Cuando el corazón recibe emociones coherentes transmite información coherente a través de su campo electromagnético, si se transmite información incoherente, los sistemas del cuerpo se vuelven incoherentes y el organismo puede enfermar tanto física como mentalmente.

la coherencia cardíaca mejora nuestros ritmos fisiológicos consiguiendo que nuestro sistema respiratorio, circulatorio e incluso el digestivo, trabajen en sincronía y de forma más saludable.

Las investigaciones del Instituto HeartMath han demostrado que los cambios en el ritmo cardiaco, llamados también variabilidad de ritmo cardiaco (VRC), reflejan el estado emocional del ser humano. De acuerdo con esta lógica, todo ser humano debe alcanzar lo que se conoce como la coherencia cardiaca.

Tal y como podemos deducir, emociones como el miedo, el estrés o la rabia provocan que nuestro corazón lata de una forma rápida e irregular. Cuando esto sucede se origina un caos bioquímico y orgánico, un desequilibrio que irradia en el resto de los órganos, y en especial al cerebro.

De hecho, la comunicación neuro-cardíaca entre ambos es muy intensa, siendo el corazón quien envía mucha más información al cerebro que a la inversa.

Bioingeniería Cuántica, ayuda a entrar en coherencia cardiaca y a la interconexión con el universo para lograr una autoconciencia mejorada permitiéndonos ser consciente de que con nuestros pensamientos y emociones contribuimos a nuestro bienestar, fortaleciendo el sistema inmune, disminuyendo el estrés y la ansiedad, reduciendo así el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la depresión y cáncer.

También podemos mejorar la capacidad y memoria de trabajo que es el sistema que almacena temporalmente la información en nuestro cerebro para su posterior recuperación y procesamiento futuro.

Bioingeniería Cuántica ha diseñado un protocolo especial para proporcionar a las personas la alineación suficiente para la recuperación de la calidad frecuencial y una correcta percepción de la realidad que nos facilite dar el salto cuántico y evolutivo hacia una nueva forma de Ser y Estar que se emite y constela en la realidad existencial individual, incidiendo en la generación de un equilibrio colectivo y permitiendo que la realización del plan personal de cada uno pueda materializarse.

A través de este protocolo se ayuda a que las personas identifiquen sus estados de armonía o sus estados alterados. A través de herramientas de conciencia como son la Atención (presencia, disposición en el presente) Intención (mantención de la apertura para la interacción de lectura de información en sus variables infinitas) y compasión (capacidad de desarrollar las más elevada frecuencia que es el amor),colaboramos en que cada corazón, mente y cuerpo alcance un sentimiento de unidad, logrando ingresar a un estado donde nos sentimos conectados no sólo con lo más profundo de nosotros mismos sino con los demás, incluso con la Tierra y el Universo.

Es necesario asumir un compromiso consciente de reconocer nuestra verdadera naturaleza, y entrar en contacto con lo esencial, con las cualidades intrínsecas del Ser: Amor, Conciencia, Gozo, Plenitud y Salir de la confusión y pulsaciones egóicas de la mente y así­ entrar en el espacio de quietud y retornar a la armonía con el flujo de Vida.

Actualmente, la física cuántica, la neurociencia y Bioingeniería cuántica han probado que todo es energía, y el Poder de la Consciencia, nuestro poder invisible, puede acelerar los procesos de curación de cualquier síntoma del cuerpo, y resolver conflictos en todo aspecto. Si, un problema no puede resolverse con el mismo nivel de consciencia que se fabricó, la solución siempre está en un nivel mayor.

Por ello nuestro desafío es aprender a subir y sostener nuestra calidad frecuencial para elevar nuestra energía, en cualquier momento del día y en toda situación, liberándonos de miedos, tomando decisiones más efectivas para sanarnos y sanar a todo lo que está a nuestro alrededor y así atraer a nuestro universo todo lo que vibra y brilla en Calidad Frecuencial.

Artículo Publicado por:

Margarita Ortega González

Profesora Biología y Ciencias

Docente Bioingeniería Cuántica

Bienestar, terapia y evolución

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Sandra Fernández

Descubridora del PCT

Pulso Cuántico Toroidal Base de Bioingeniería Cuántica

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